La primera modista podemos considerar que fue Rose Bertin ,
ella será la primera que impone sus diseños de moda, cuando, hasta entonces, se
sometía al capricho de los usuarios. Pero en cuanto a la moda que se viste
actualmente, la primera modista que empieza con blusas sencillas sin corsé,
sencillo y muy sueltas fue Coco Chanel.
Rose Bertin
Nombrada "ministra de la moda" por la reina Manía
Antonieta, Rose Bertin fue la responsable de
vestir a damas, cortesanas y reinas de las monarquías europeas durante el
reinado de Luis XVI. Sus trajes convirtieron a París en la capital de la moda y
la que había sido sólo una humilde costurera, vivió su gran esplendor sin saber
que el brillo de sus tules se había convertido en símbolo de un mundo a punto
de extinguirse para siempre.
Rose Bertin, una pobre costurera dela Picardía , llega a París con quince años
convencida de que allí encontrará trabajo y un futuro. Trabajadora incansable,
pronto logra abrirse su propio camino y cuando la duquesa de Chartres se
encapricha de sus diseños, la vida de Rose cambia para siempre. Sus creaciones
brillan por su diversidad e inventiva y atraen a la recién llegada archiduquesa
María Antonieta Habsburgo-Lorena, convertida en joven reina y deseosa
de dejar una huella personal en la corte francesa.
Rose Bertin, una pobre costurera de
Los deseos de la que será, sin duda, la reina más admirada y odiada de Francia, se unen con la inspiración de la divina Bertin quien, convertida en modista de la reina, consigue que sus trajes vistan a las reinas de Suecia, España y Bohemia y crea un auténtico imperio del traje desde su tienda en la calle Saint Honoré. La moda se convierte en asunto de Estado pero, ajenas a las conspiraciones y a las críticas, Rose Bertin y María Antonieta pasean su amistad y sus modernos diseños por los pasillos de Versalles sin sospechar que pronto serán testigos trágicos del fin de una época.
Coco Chanel
Gabrielle Bonheur Chanel, descendiente de unos vendedores
ambulantes de Cévennes, nació en Saumur, Francia, en 1883. Aprendio a coser en
un orfanato y empezó trabajando en una tienda de sombreros en Deauville.
Su negocio en la rue Cambon, llamado en aquel entonces
Chanel Modes, se abrió en 1910. Cuatro años después tenía dos tiendas propias,
una en Deauville y otra en París, donde, además de sombreros, confeccionaba
blusas sencillas y amplias camisas de señora, hechas para llevar sin corsé, con
poco forro, ligeras y muy sueltas. Su primer vestido puede datarse en el 1914,
y es un sencillo camisero.
Sus sombreros obtuvieron fama en los círculos excéntricos y
de vanguardias artísticas del París de preguerra. Hacia1912, la alta sociedad
parisina comenzó a comprar sus sombreros que aparecían elogiados en revistas
como Journal del Modes o Les Modes.
En 1918 lanzó el llamado pantalón de yate para
mujer, con perneras anchas, inspirado en los pantalones de los marineros. A
tono con los tiempos de esta primera postguerra, adaptó para mujer prendas de
hechura masculina: camisas abiertas, blaziers, pantalones, impermeables con
cinturón y boina. Ella misma era el prototipo de moda, la garçonne: pelo corto,
como de muchacho, delgada, con poco pecho, y vistiendo ropas holgadas y cómodas.
En 1920, se introdujo en la perfumería con su famoso nº 5.
Se retiró en 1938, pero en los años cincuenta, con 71 años,
volvió a las pasarelas con muchísimo éxito. En ese momento la moda femenina se enamora
de la Chanel
de los años veinte y sus modelos se vuelven definitivamente clásicos. El “traje
Chanel”, que fue un gran éxito mundial en los años sesenta, y hoy día es
considerado un icono de la moda femenina del siglo XX.
Se dice que Chanel contiene la moda a orillas de la
barbarie, y la colma de todos los valores del orden clásico: la razón, lo
natural, la permanencia, el gusto por complacer en lugar de sorprender.
Mientras que vemos como año tras año la moda destruye lo que acaba de adorar,
la obra de Chanel apenas participa de ese sacrificio ritual. Chanel trabaja
siempre el mismo modelo, se limita a “variarlo”, como se “varía” un tema
músical; su obra dice que existe una belleza “eterna” de la mujer y convierte
la duración, que es la negación misma de la moda, en una cualidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario